Luego de cinco años retirado, el veterano lanzador Hiram Burgos regresó al béisbol invernal el pasado domingo con el uniforme de los Criollos de Caguas registrando una corta pero sólida actuación
Por Rubén A. Rodríguez
Cinco años habían transcurridos desde que el lanzador Hiram Burgos se subió por última vez a un montículo de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente para participar en su torneo nacional.
Por decision propia, el lanzador cayeyano decidió tras concluir la temporada del 2017-2018 y actuando para los Indios de Mayagüez que colgaría su ganchos para concentrarse en una nueva faceta como entrenador.
Pero el fin de semana pasado Burgos sorpresivamente puso fin a su retiro y se enlistó con los Criollos de Caguas debutando el domingo en el estadio Yldefonso Solá Morales ante los Gigantes de Carolina con una corta pero sólida actuación de tres entradas.
“El domingo me sentí como si no me hubiese ido nunca. Al otro día me sentí normal, entumecido como uno dice. Mis lanzamientos cayeron bien. Localizando mis pitcheos que siempre han sido mi fuerte. Tu sabes que mis lanzamientos nunca han sido de mucha velocidad. No por las 95 millas sino entre 89 y 90”, dijo Burgos, de 36 años.
“No estuve ansioso solo controlé las emociones. No tuve ansiedad ese día. Solo miraba al cielo y me decía que no lo podía creer que estaba ahí. Eso era lo único. Eso de la ansiedad cuando tú pasas esa etapa en la que estás coacheando y le hablas a los muchachos es lo que yo le aconsejo”.
Y eso fue lo que cumplió Burgos al pie de la letra. Trabajó durante tres entradas completas en las que solo le pegaron un hit. Ponchó a tres y otorgó una base por bolas. Se enfrentó a diez bateadores y ejecutó 39 lanzamientos.
“A mí me pasó muchas veces que las emociones te traicionan. Por eso te digo y para serte sincero estaba como que nunca me fui. Fue más en la cuestión de prepararme y la confianza. Si yo tengo esa confianza yo no tomo esa decision –de lanzar-. Confianza en mis habilidades, el conocimiento y la veteranía de todos los años que uno lleva en esto”.
“Simplemente ejecutar un plan y seguirlo. Me gusta la manera que estan haciendo las cosas los Criollos.. bastante profesional. Te repito que me sentí como si no hubiese llevado cinco años de retirado de la liga invernal”.
Burgos, quien lanzó en las Grandes Ligas en la temporada del 2013 con los Cerveceros de Milwaukee –organización que lo reclamó en la sexta ronda en el 2009- estuvo trabajando en los pasados años como entrenador de liga menor.
Entonces, recientemente el gerente general de los Criollos de Caguas, Jesús ‘Motorita’ Feliciano, le hizo un acercamiento para que se uniera al equipo. Burgos aceptó tras analizarlo.
“Me llamó Motorita Feliciano para ver cómo me sentía físicamente y todo eso y ahí surgió todo. Yo había estado en estos últimos años trabajando profesionalmente con los Cerveceros de Milwaukee y como se dice había estado en el parque todos los días soltando –el brazo- todo este tiempo”.
“El que me motivó fue Motorita, pero otras de las motivaciones fueron mis hijos. Tengo tres. Los pequeños nunca tuvieron la oportunidad de verme lanzar. Mi niña si porque es la más grandecita y me vio lanzar. Pero si no fuera por Motorita no estuviera aquí”, agregó Burgos, quien lanzó ocho temporadas con los Indios y además formó parte de las ediciones subcampeonas del 2013 y 2017 de la novena de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol.
Burgos desconoce cuando regresará al montículo ya que dependerá del plan que tenga el dirigente Yadier Molina para los próximos días. Existe una posibilidad de que el domingo sea su próxima salida ante los Leones de Ponce.
“Entiendo el juego, entiendo el negocio cuando tienes muchachos que están en organización y que le están subiendo los ‘innings’, pero siempre necesitas en tu ‘staff’ lanzadores que te protegan y te cubran entradas en lo que esa gente empiezan a lanzar cinco o seis entradas. Hay que mantenerlos saludables”.
“Yo les dije: si me necesitan estamos disponibles”, concluyó.
