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Caguas sabe a Japón con Iwasaki y Oba

Sho Iwasaki ha registrado una gran inicio de temporada con los Criollos de Caguas. Tiene marca de 4-1 y efectividad de 3.60. (Foto: José Ismael Fernández | El Nuevo Día)

Sho Iwasaki ha registrado una gran inicio de temporada con los Criollos de Caguas. Tiene marca de 4-1 y efectividad de 3.60. (Foto: José Ismael Fernández | El Nuevo Día)

Por Luis Santiago Arce
De El Nuevo Día

CAGUAS – Varias cosas en la Isla les han hecho abrir los ojos de inmediato, sobre todo las playas y las curvilíneas féminas boricuas, aunque el tráfico vehicular no es de su mayor agrado entre otros problemas de adaptación.

Pero lo importante es que tienen la oportunidad de afinar sus destrezas como lanzadores profesionales, en un estilo de béisbol distinto al que han jugado toda la vida.

Se trata de los serpentineros derechos japoneses Shota Oba y Sho Iwasaki, quienes están activos como parte de la rotación abridora de los Criollos de Caguas en el torneo invernal boricua y pertenecen en la liga de verano de Japón a los Fukuoka Softbank.

Vinieron, además, junto al instructor de pitcheo de Liga Menor de la novena de Fukuoka, Shinji Kurano, y el reclutador de talento, Kent Blasingame, un estadounidense criado en Japón que les sirve de traductor, chofer y mentor en suelo boricua al grupo.

“Quiero aprender a jugar con jugadores que no conozco y en otro tipo de béisbol. Por supuesto, también quiero mejorar mis destrezas. Es importante aprender a adaptarse rápidamente a bateadores y jugadores desconocidos”, dijo Iwasaki a El Nuevo Día, tras un reciente desafío en el Estadio Yldefonso Solá Morales de Caguas.

Y aunque opinó que la bola que se usa en la Isla es más resbaladiza y que la superficie de los montículos es más dura que en Japón, en principio no parece haber tenido mayores problemas al acumular marca de 4-1 en sus primeras cinco apariciones, tras su triunfo de anteanoche sobre los Leones de Ponce.

La intención, sin embargo, no es buscar trabajo inmediato en el béisbol organizado de Estados Unidos. Con tres campañas de experiencia profesional en Japón, aún le faltan seis años por reglamento para tener opción de ser agentes libres.

“Eso no está ahora mismo en mis pensamientos. Aún falta mucho tiempo. Claro que me gusta el béisbol americano, pero voy a estar mucho tiempo todavía en Japón y sólo quiero mejorar para mantenerme en el más alto nivel, en Grandes Ligas de Japón”, declaró Oba, quien también ha tenido una positiva arrancada con los Criollos.

Ambos son cotizados prospectos en pleno desarrollo. Oba, de 25 años de edad, fue primera selección global en el sorteo de peloteros universitarios japoneses, y a Iwasaki, de 21, lo escogieron en la ronda inicial de jugadores de escuela superior, en el sorteo del 2007.

AJUSTES A DIARIO
Ahora, a miles de millas de distancia de su casa, están en adaptación a una nueva atmósfera. Iwasaki, por ejemplo, destacó que en Japón la preparación entre aperturas es excesivamente intensa, con largas sesiones de estiramientos, carreras y 100 lanzamientos en el calentadero, frente a un patrón de menos carga en la Isla.

También han enfrentado otra notable dificultad. “Lo más difícil es conseguir comida japonesa, que es bien peculiar”, declaró Iwasaki, cuya habitual dieta está basada en pescado y vegetales, aunque Oba ya ha podido resolver con el gusto por el menú de Kentucky Fried Chicken, velando siempre por mantener su peso adecuado.

Tienen, además, que acostumbrarse a vivir juntos por primera vez en un mismo apartamento. “No nos conocemos tanto y nos estamos conociendo sobre la marcha, que es uno de los mayores ajustes porque tenemos que confiar sólo en nosotros. Estamos solos en un país extraño, donde no hay muchos japoneses alrededor. Tenemos que mantenernos juntos, en una convivencia del día completo y hay que acostumbrarse a eso”, explicó Oba, quien aparenta ser el más comunicativo del grupo oriental.

Una vez llegan al parque, según Blasingame, se encuentran con otro gran choque cultural.

“Los camerinos en Japón antes del juego son bien silenciosos y tranquilos. Vienen de un ambiente militar, como si fuera el Ejército, pero aquí entran y en- cuentran música, los tipos jugando dómino y hablando alto”, precisó Blasingame. “Hay tanto ruido que a veces es difícil hasta escucharse. Es distinto, pero eso los motiva porque es una diversión a la que no están acostumbrados y les gusta mucho”, agregó.

Comments 1

  1. Perla Negra

    MIs amiguitos!!!! Los veo todos los dias cuando entrenan!! Exito

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